Abancay.- El proyecto del teleférico sobre el cañón de Apurímac, que llegará hasta el complejo arqueológico de Choquequirao, despierta un gran interés en varias empresas extranjeras, que desean participar en la licitación para su construcción, se informó.
Carlos Jiménez, responsable de los proyectos estratégicos del gobierno regional de Apurímac, manifestó que esta información la recibieron a través de la embajada de Francia y de la Cámara de Comercio Perú-Canadá, entre otras instituciones.
Por este motivo, dijo, bajo el liderazgo de la presidencia regional, coordinan una reunión de alto nivel con el Ejecutivo y la región Cusco, que también tiene jurisdicción sobre el referido legado incaico.
La cita, precisó, tiene por objetivo diseñar la mejor estrategia en la implementación del referido proyecto, que diversificará la oferta turística en el país.
Choquequirao está a 93 kilómetros de Abancay (capital de Apurímac). Para visitarla se debe llegar primero hasta el poblado de Cachora, desde donde se recorren 30 kilómetros más (dos días a pie, recorriendo un promedio de ocho horas diarias).
Jiménez detalló que en mayo pasado el consorcio Ecoturismo Choquequirao se adjudicó la buena pro para efectuar los estudios de preinversión del teleférico, habiéndose concluido ya los estudios a nivel de perfil y se trabaja ya la factibilidad.
“Se han realizado las visitas conjuntas a la zona, el análisis de las alternativas, se identificaron las posibles rutas y actualmente coordinamos con la Dirección Regional de Cultura de Cusco, a fin de obtener las autorizaciones correspondientes para la intervención”, anotó.
El arquitecto estimó que en dos meses deberán concluirse los estudios de factibilidad y quizá después de un mes se cuente con la evaluación y viabilidad del proyecto.
“Coordinamos con los ministerios de Turismo y Comercio Exterior y de Transportes para que agilicen esta etapa, y proceder a la licitación de los estudios definitivos y la ejecución del proyecto”, indicó.
El trabajo con el gobierno regional de Cusco permitirá, además, la articulación con el proyecto “Machu Picchu integral”, que se plantea como estrategia para bajar la presión del turista sobre esta maravilla natural del mundo, comentó.
Con la iniciativa se busca facilitar la comunicación entre los complejos arqueológicos importantes como Machu Picchu, Vilcabamba y Choquequirao. “Entonces el impacto turístico va más allá del tema birregional”, señaló.
Jiménez subrayó que en el marco del teleférico y otros proyectos complementarios se han propuesto que en los próximos años Apurímac sea el mejor destino turístico de aventura, ecológico y paisajístico, complementario a lo que es Cusco en el presente.