Este artículo se hace con la única finalidad de hacer eco a la preocupación de varios abanquinos que sienten como nuestras áreas naturales son abandonadas no se toman medidas para mitigar los impactos que poco a poco van deteriorando este hábitat natural, así mismo no hay políticas locales y regionales que consideren el potencial turístico, atrévete en esta aventura, no te arrepentirás. (Un agradecimiento a Boris Peralta, por las fotografías)
Si supiéramos que el turismo rural ayuda a mejorar los ingresos de los agricultores; que crea mayor empleo y hace que las familias permanezcan en sus chacras; que incorpora el trabajo de mujeres y jóvenes; que revaloriza el patrimonio gastronómico, antropológico, ambiental, cultural; que permite dar valor agregado y mejorar la comercialización de los productos agrícolas y forestales; que fomenta el asociativismo; que mejora la calidad de las producciones alimentarias regionales; que incorpora diversos establecimientos en los proyectos de desarrollo y, finalmente, que amplia la oferta turística, ¿no se atreverían los gobiernos locales y regionales a diseñar políticas específicas para atender a los productores involucrados? Que lo hagan y tendrán los votos a su favor, porque todas estas ventajas ofrece el turismo rural.
El turismo rural es el uso o aprovechamiento del entorno no urbano donde la población local es la proveedora de alimentos sanos y alojamiento cómodo con instalaciones modernas para todos aquellos que buscan el contacto respetuoso con el entorno natural. Y en Abancay creo que esta actividad podría asumir tantas modalidades como los agricultores puedan imaginar. He aquí algunos ejemplos:
Ecoturismo. El visitante se interna en el medio natural para educarse sobre las particularidades de cada ambiente al tiempo que disfruta de actividades en sitios no contaminados y puros. Varios lugares en Abancay para hacer ecoturismo, desde los más cercanos como Yllanya, Pachachaca, Ampay, El mirador, Saywite, hasta los más lejanos como Chokequirao (Cachora).
Turismo de aventura. Utilizar el entorno para producir sensaciones de descubrimiento, como un río para canotaje, montañas para ciclismo, senderismo, puenting, parapente y lo que la capacidad e imaginación de los empresarios puedan ofrecer, tenemos áreas por explotar para todas estas actividades.
Turismo deportivo. Los establecimientos agropecuarios pueden ser acomodados para la práctica de variados deportes como la pesca, el cross country.
Turismo técnico científico. Atraer, por ejemplo a científicos interesados en la diversidad biológica del Nevado del Ampay.
Turismo educativo. Establecimiento de granjas educativas con la finalidad de recibir e instruir niños y jóvenes que cursan estudios desde los jardines de infancia hasta los colegios secundarios.
Turismo y seminarios, reuniones capacitación. En sitios cercanos a las ciudades se puede ofrecer servicios a las empresas para que organicen sus seminarios y reuniones de trabajo. También matrimonios, aniversarios y todo tipo de reuniones sociales.
Turismo salud. Desde terapias psicológicas para eliminar el stress hasta tratamientos para personas con discapacidades motrices, SPA (Salute per Agua), Reiki (terapias que requieren de tranquilidad), etc.
Turismo gastronómico. Ofrece la propia producción convertida en manjares a los visitantes, con los cual se da mayor valor a la producción. Los turistas gastan más en alimentación y frecuentemente deciden su viaje en función de los alimentos de cada ciudad, este punto esta virgen sin explotar, Abancay es el centro de gravedad de la culinaria de la zona sur del País, degustar los exquisitos chicharrones, el cuy, el tallarín de casa con su chicha blanca o de jora, eso llena y agrada al paladar del visitante etc.
El turismo en comunidades de recreación y retiro. Son grandes residencias para personas mayores que desean retirarse o para familias jóvenes con hijos que buscan climas templados-cálidos, costo de vida relativamente bajo, bajos impuestos locales, poca congestión, ambientes acuáticos no contaminados, etc.
Sin duda que el turismo rural puede convertirse en una gran herramienta de desarrollo local, pero para ser exitosa, las autoridades tienen que hacer promoción, capacitar y brindar asistencia técnica y financiera, principalmente.
Sólo aquellos propietarios, comunidades, gobiernos locales y regionales que trabajen juntos pueden hacer del turismo rural una gran oportunidad y aprovechar esos 54 % de extranjeros que actualmente llegan al Perú buscando naturaleza, tranquilidad y buen trato.
Tenemos que vencer los factores que actualmente vienen impidiendo el desarrollo de esta actividad como son: escasa conectividad aérea, deficientes carreteras, falta de empresas de transporte que brinden un servicio de calidad ¨A¨, inadecuadas conexiones en los medios de transporte, precios no competitivos, imágenes adversas en los consumidores, escasa capacitación, desconocimiento del valor turístico, y así podremos aprovechar todo el potencial que ofrece el entorno natural, el clima favorable, la cultura, la gastronomía y la hospitalidad que caracteriza a los abanquinos.
LIC. RENAN FLORES CRUZ - MINCETUR